Ayer, en un ataque de aburrimiento, busqué una receta facilona que no requiriese ingredientes rarillos. El frigorífico de mis padres, por motivos que desconozco, está pelao, así que una receta de 3 ingredientes para entretener el hambre en viernes santo, venía que ni pintada.
Además, tenía a mi favor que mis padres no sabían lo que eran los mostachones (dulce típico de Utrera, Sevilla) Así que por muy mal que salieran, a menos que confundiera el azúcar con la sal, se lo podría vender como "es que son así".
Sin más dilaciones... procedo a escribir la receta tal y como se encuentra escrita y después la desarrollo tal y como me fue a mí:
MOSTACHONES (para guardar)
Ingredientes:
1/4 Kg (250g) de azúcar1/4 Kg (250g) de harina3 huevosFácil, ¿no?
Se baten bien los huevos y se le añade el azúcar. Una vez bien mezclado se añade la harina.Una vez hecha la masa se pone en cucharaditas en una lata previamente untada de mantequilla y se mete al horno hasta que estén doraditos. Se pone también raspadura de cáscara de limón.
Bueno... pues aquí entran mis modificaciones y adaptaciones a la receta:
Para batir bien los huevos (como dice mi abuela) decidí separar las yemas de las claras y batir hasta un punto "parecido" al punto de nieve (vamos, que cuando se me cansó la mano y lo vi blanquito, paré) Y sí... intenté usar el cacharro del demonio, que es la batidora con varillas... pero la apagué en el mismo instante en el empezó a llover clara de huevo por toda la cocina.
Después añadí las yemas y el azúcar.
Claras batidas |
Clara + yema + azúcar |
Finalmente puse la harina y removí con una cuchara de madera. Quedó una textura más o menos pastosa. (Y la probé, y en crudo sabía riquísima)
Intenté lo de la ralladura de limón. Pero cuando rallaba... ¡¡salía zumo!!. Lo intenté con una naranja y más de lo mismo... Así que en pleno auge culinario... para dar sabor, le eché canela (totalmente recomendado si lo hacéis... pero procurad no echar medio bote como hice yo)
Calenté un poco de margarina y corté papel de aluminio en cuadrados y fui untando (esto es perfectamente sustituible por papel vegetal, pero en mi casa creo que no saben lo que es... Cuando le pregunté a mi madre casi se pone a buscar en el armario de las cartulinas (me da que lo relacionó con el "papel cebolla", que igual vale también, quién sabe...)
Se echa un poco de masa con una cuchara mismamente. Si la consistencia es correcta se expande un poquito hasta que queda así de bonito (aunque lo ideal es echar un poco menos que eso, porque en el horno crecen un poco)
Metí la primera bandeja en el horno, mientras me entretenía en ver si conseguía sacarle al limón algo de ralladura en vez de zumo... Cortaba cuidadosamente el papel de aluminio... pintaba con margarina... Esperaba a que se dorasen un poco... Miro... nada. Sigo a lo mío... Miro... ¡¡¡bien!!! ¡¡¡Mostachones carbonizados!!!!
Pero no os dejéis llevar por su aspecto... quedan modo "bizcochos Noel". Duros, crujientes... vamos... nada que ver con un mostachón. Pero con leche están ¡¡buenísimos!! Así que no los tiréis. (En mi casa casi son los que más éxito tienen)
Mostachones carbonizados. |
Los carbonizados por dentro |
Los siguientes los dejé mucho menos tiempo. Ni dorados ni nada... (y bajé la temperatura del horno a 180º) Los tocaba con una cucharilla por encima y cuando veía que estaban consistentes, pero se hundía un poco la masa, los saqué y los dejé reposar un poquito fuera. (Quedaron del color de la última foto)
Finalmente los guardé en grupitos de varios (hice una separación racial entre carbonizados, caucáiscos y albinos... ¡¡para todos los gustos!!) metidos en bolsas de plástico de congelar para que se conserven. No hay que dejarlos al aire que si no se petrifican. (Aclaro que las bolsas no son para congelarlos... sino que son las bolsitas que encontré para conservarlos mejor a temperatura ambiente. También se pueden meter en tápers)
Y eso es todo.
Nivel de dificultad: Fácil
Posibilidades de carbonizar: 100%